¿Cómo diferenciar la piel natural de la piel sintética?
En nuestra vida cotidiana son muchas las prendas, enseres y complementos que utilizamos y están realizados con piel. Más allá de las distintas corrientes de moda o los diseños más cambiantes, la piel aparece como un material constante gracias a su elegancia, versatilidad y durabilidad. Sin embargo, y aunque lo conocemos con el nombre genérico de piel, es necesario distinguir entre la piel natural y la sintética. Entre ambas existen grandes diferencias que es necesario conocer.
La comparación visual, en muchas ocasiones, puede dar pie a engaño. En los últimos tiempos se han logrado grandes avances dentro del mundo de la industria en torno al mundo de los materiales sintéticos, sin embargo no logran igualar en cuanto a calidad con los materiales naturales. Mucho menos si entramos en un tema tan de actualidad, y delicado, como es el respeto por el medio ambiente. Saber cuáles son las diferencias entre ambas pieles es fundamental. Aquí te lo explicamos.
Pieles distintas, distintas procedencias
La piel natural
La piel natural procede de las pieles de distintos animales como cabras, vacas, ovejas, cocodrilos, búfalos, cerdos o focas. Estas se someten a un proceso de curtido a través de distintos productos, con el fin de conseguir convertirla en lo que conocemos como cuero auténtico.
En la actualidad lo encontramos en una gran variedad de colores, estilos y granos. Estos ofrecen distintas características y calidades
La piel sintética
Aunque a simple vista nos pueda parecer que se trata de cuero natural, las diferencias entre ambos son abismales. Los materiales que se utilizan para su fabricación suelen ser plásticos y distintos productos químicos. Los más habituales son el poliuretano y el cloruro de polivinilo. También el proceso de fabricación es mucho más sencillo que la piel natural.
5 consejos para diferenciar la piel natural de la sintética
1- El tacto
Notarás que es piel natural porque tiene un tacto suave, cálido y flexible. En el caso de la sintética notarás rigidez y frialdad.
2- El olor
La piel natural, aunque haya sido tratada con distintos productos naturales, sigue conservando un fuerte olor a cuero. En el caso de la sintética también posee un olor fuerte pero, en esta ocasión, característico a los materiales de los que está fabricada: productos químicos que conforman el plástico.
3- La ductilidad
Si intentas presionar la piel natural, verás como se crea una arruga o pequeña deformación, algo que no sucede con la sintética que permanece rígida y sin percibir ningún cambio al tacto.
4- La durabilidad
La piel natural resiste con firmeza el paso del tiempo. A poco que le realicemos un pequeño mantenimiento, lo tendremos para toda la vida. En el caso de la sintética, notaremos como en poco tiempo empieza a resquebrajarse, para terminar rompiéndose definitivamente.
5- La prueba del agua y el fuego
La piel auténtica es impermeable en cierta medida, de ahí que si derramamos un poco de agua veremos como la repele en un principio. Si es mucha cantidad de agua la derramada, al tratarse de un material poroso, la absorberá. En el caso de la piel sintética, esta impermeabilización no existe sea cual sea la cantidad de agua a la que la expongamos.
En el polo opuesto nos encontramos con el fuego. Si acercamos una piel auténtica a una llama o fuente de calor, veremos como se contrae un poco. En el caso de la sintética, al producirse con plásticos, se deformará totalmente.
Piel natural vs piel sintética
Si no ahondamos en todos los beneficios que nos ofrece la piel natural, sólo podemos encontrar una ventaja en la piel sintética: el precio. Sin embargo, este es un factor engañoso. Es cierto que el desembolso inicial resulta más económico, pero si lo comparamos con el tiempo que nos va a durar, entonces ya no compensa. No olvidemos que una prenda o artículo de piel es una inversión puesto que estamos comprando un artículo que debe acompañarnos a lo largo de la vida.
Pero más allá de la resistencia o el precio, también existe un factor determinante. El cuero auténtico ofrece una imagen de elegancia, estilo y exclusividad que no aporta el sintético. Por regla general, presenta un aspecto sobrio y señorial, frente a los excesos o la ausencia de brillo que ofrece el cuero artificial.
Es importante tener en cuenta, especialmente si hablamos de prendas de vestir, que el cuero natural es un material transpirable y que se adapta a la perfección al cuerpo humano, no produciendo ningún tipo de alergias.
Un aspecto que se encuentra en plena actualidad es el ecológico. Al tratarse de un material totalmente natural, es biodegradable y los productos químicos que se emplean en su producción son mínimos, al contrario que sucede con la piel sintética.
En definitiva, elegir productos de piel natural es la inversión perfecta. Además de todas las ventajas que nos ofrece en cuanto a duración, flexibilidad y respeto medioambiental, también debemos tener en cuenta ese sello de elegancia y distinción que ofrece.
En Ferpiel somos fabricantes de piel desde 1972 y conocemos a la perfección las bondades de nuestro producto. Por este motivo, nuestra recomendación es que, ya sea para vestir o como complemento de moda, apuestes siempre por la calidad que ofrece la piel 100% orgánica. Notarás la diferencia.