Regalos empresariales ecologicos
Hablar de un regalo ecológico para empresas es transmitir un mensaje de responsabilidad y compromiso con nuestro planeta. Venimos observando un crecimiento exponencial de esta tendencia. Sobre todo, este último año nos ha sorprendido cuantas marcas y empresas están optando por la vía verde.
Todo indica que es un cambio de un modelo de competencia al menor precio, por un modelo en el que se prima la responsabilidad social y medio ambiental de la empresa.
Desde Ferpiel, fabricante de articulos de piel, creemos que cambiando nuestra forma de consumir se pueden cambiar muchas cosas. Reconocer que detrás de un producto existe un impacto ecológico y unas condiciones laborales particulares es un paso revolucionario de la consciencia del consumidor.
¿Qué es un producto ecológico?
Un producto ecológico es el que tiene en su concepción la preocupación en mantener la biodiversidad. Es decir, son productos que tienen en cuenta en la cadena productiva el principio de no generar grandes alteraciones en el equilibrio del ecosistema. Si hablásemos de pinturas, por ejemplo, solo los indígenas producen una materia sostenible, ya que ellos utilizan los recursos naturales sin desequilibrar la fauna y flora de la región.
Aunque sabemos que tener un impacto 0 es prácticamente imposible, lo que las empresas podemos hacer en este sentido, es tener una mirada amplia de todo el sistema productivo y de logística para reducir lo máximo posible el impacto de nuestras acciones, e incluso fomentar el reciclado de nuestros productos. Por ejemplo, invertir en eficiencia energética y reducir el desperdicio de agua durante el proceso de producción, como también disminuir la contaminación del transporte y conseguir un producto que no sea perjudicial para la salud del consumidor.
Evitar fabricar por fabricar
Nosotros hace años que optamos por no acumular stock. Solo fabricamos lo que se nos demanda. Revisamos la necesidad del cliente, le damos forma, elegimos los materiales, los compramos y nos ponemos manos a la obra. No tenemos un catálogo fijo, porque cada producto puede ser una adaptación de lo que tenemos en el catálogo web, como un producto diseñado desde cero.
Por ello, la mejor manera de ofrecerte un producto ecológico es hablarte de las posibilidades que tenemos en la fabricación de reducir lo máximo posible el impacto ambiental como favorecer la biodegradación o reciclado de los productos.
Que se puede hacer desde la marroquinería para tener un producto ecológico
Nosotros identificamos tres áreas de nuestro ciclo productivo en las que podemos intervenir para reducir lo máximo posible el impacto ambiental:
Energías usadas durante la fabricación
Hoy en día es fácil encontrar un suministrador energético cuya fuente de energía sea 100% renovables. Aunque el proceso artesanal sea en su mayoría un proceso manual, requerimos de algunas máquinas para cortar el cuero, dividirlo, grabar a fuego un logotipo, o coser el producto. Para todo ello, usamos electricidad de fuentes renovables, evitando el consumo de energías contaminantes.
Materia prima
1. Cuero vacuno
a) Certificados: Una manera de asegurarnos que la curtiduría se preocupa por disminuir lo máximo posible el impacto ambiental y que cumple con la legislación, es pedirles los certificados. Uno de los certificados disponibles es el que ofrece la auditora LHW. En la web https://www.leatherworkinggroup.com/ puedes encontrar qué curtidurías han sido auditadas para asegurar un proceso de curtición responsable tanto con en medio ambiente como con la salud de sus trabajadores.
b) Curtición vegetal: Cuando hablamos de curtir la piel hablamos de curtición cromo o vegetal. Esta última es el método más antiguo que existe de curtir la piel. Es un proceso demorado, que usa sustancias naturales como los taninos. Y su impacto ambiental es muchísimo menor que con las curticiones con cromo. Además, este tipo de piel al no usar químicos para su elaboración, ofrece la garantía de no ser perjudicial para la salud.
c) Piel reciclada: Este cuero es creado a partir de la selección de fibras de cuero vacuno que se desprenden en el rebajado de la piel. Estas fibras son ligadas a látex natural en un proceso único que una empresa española como SALPAX ha desarrollado. Con una materia prima como esta reducimos aún más el impacto ambiental. Además, se trata de un cuero que pasa el certificado Oeko Tex Leather Standard.
2. Cueros veganos ecológicos
En este caso, el colocar la palabra ecológico es para que no se confunda con la piel sintética, que es vegana pero muy contaminante. Actualmente existen muchas iniciativas de materiales que simulan el cuero, y creadas a partir de diversos residuos orgánicos como, piña, manzana, hongos, cactus o uva. En Ferpiel estamos apostando por estos materiales, pues son empresas que nacen directamente con la preocupación de tener un impacto social y medio ambiental positivo.
3. Hilo
Para el trabajo con el cuero solo podemos optar por el poliéster. Un hilo de algodón, por ejemplo, no es resistente para trabajar el cuero. Por ello, nosotros optamos por adquirir hilo de poliéster reciclado pues a la hora de su producción requiere la mitad de recursos que usando poliéster virgen.
4. Forro o rasos
Investigando llegamos a la conclusión que las opciones más interesantes son o el algodón orgánico o el poliéster. El único problema del algodón orgánico es que tiene un mayor grosor y engorda mucho los productos de pequeña marroquinería, pero es una buena alternativa para bolsos o carpetas.
5. Durabilidad
Y quizás uno de los aspectos más importantes sea tener en cuenta la vida útil del artículo, fomentando un menor consumo. Aunque usemos materiales ecológicos si el producto es de usar poco tiempo y tirar, esto resulta un despilfarro a la larga. Por ello, un material resistente, un buen trabajo artesanal, y el trato adecuado al cuero puede ser una de las acciones más inteligentes para aprovechar al máximo los recursos que disponemos sin gastar más de lo necesario.
Logística
Esto es un aspecto que no se suele contemplar pero que nos parece muy importante. En todo el proceso de fabricación existen gastos energéticos que provienen de desplazamientos horizontales, para unir el triángulo: materia prima-artesanos-clientes. Comprar la materia prima en el mismo país que se fabrica, y que el producto final sea consumido en dicho país es la manera más adecuada para evitar un desperdicio energético innecesario. Y aunque esto parece algo absurdo en un mundo globalizado, existe hoy una creciente demanda que apunta a una mayor valorización del productor local.
Packaging
Sabemos que al final la presentación del producto acaba en la basura, así que es bueno señalar la importancia de reducir al máximo el material que usamos para el embalaje y si es posible usar materiales reciclado. Tanto el packaging individual como las cajas de embalaje pueden realizarse con materiales como el cartón reciclado con todas sus certificaciones pertinentes.
Concluyendo
Obviamente, sabemos que a veces no se opta por una vía más verde porque el coste económico es mayor y la lógica que se busca es ampliar lo máximo posible la rentabilidad porque el coste económico es mayor
A veces (no siempre) la lógica de la sostenibilidad no sigue la lógica de la rentabilidad económica, pero lo que observamos es que existe una demanda cada vez mayor de consumidores que no les importa pagar un poco más por un producto responsable con el medio ambiente y duradero. Eso quiere decir que al final lo rentable es aproximarse a los valores de los consumidores, y no lo que es súper económico.
El efecto de esto es que en los últimos años muchas marcas de moda han vuelto a adquirir cueros de curtición vegetal o cueros que pasen los certificados del Leather Working Group, hilos de poliéster reciclado, o materiales veganos. Y si además le sumamos a esto una artesanía de calidad que garantice la durabilidad del producto, no es de extrañar que marcas de renombre hayan vuelto a Ubrique en la última década.